El aceite de lavanda quizás sea uno de los más conocidos y reconocidos por sus infinitas propiedades terapéuticas. Esta planta originaria del mediterráneo ofrece muchos beneficios curativos. Sus excelentes propiedades para la piel la hacen uno de los aceites indispensables para quemaduras, inflamaciones, picaduras, sequedad o caspa. Su aroma relajante es infalible contra el estrés y es muy usada para mejorar el sueño.